Distrito Urbano Portuario

El nuevo Distrito Urbano Portuario es uno de los proyectos más relevantes en los que la Autoridad Portuaria de Sevilla está embarcada. Con él contribuiremos a dar forma a la futura estructura urbana, transformando los muelles más próximos a la ciudad con la concepción de nuevos espacios para el disfrute de todos.

Este Distrito abarcará un ámbito de 7 grupos de naves y 4 parejas de tinglados, dispuestos a lo largo de unos 2 km y 200 m de ancho. Se trata de un espacio común para la convivencia donde la historia, la creatividad, el patrimonio, la arquitectura y  el emprendimiento se encuentran con el agua, la cultura, el deporte, la innovación, el turismo y la gastronomía.

Trabajamos para que la ciudad abrace a su puerto y se asome a la dársena

El Muelle de Tablada

La integración del Muelle de Tablada en la ciudad forma parte del proyecto global para la creación del nuevo Distrito Urbano Portuario.

Así lo recoge la estrategia 2025 del Puerto de Sevilla, en la que se contempla la creación de un espacio que abarque desde el Puente de las Delicias hasta el Puente del Centenario recuperando el Muelle de Tablada. 

En concreto, el área de las naves de la Avenida de Las Razas y de los tinglados situados en la Avenida de Guadalhorce, que ahora son utilizados como almacenes portuarios, se destinarán a actividades compatibles con el tejido urbano, manteniéndose los usos portuarios en la zona del cantil del muelle para el atraque de cruceros.

Este importante desarrollo puerto - ciudad conllevará el traslado de la actividad portuaria de movimiento de mercancías hacia la dársena del Cuarto, con la construcción de la nueva terminal multipropósito con enlaces multimodales. 

La oportunidad

La actividad portuaria ha formado parte del entramado urbano de Sevilla desde sus orígenes. Ahora, con el crecimiento del puerto y de la ciudad, esta actividad se ha trasladado hacia el sur para favorecer zonas de conexión entre el puerto y el tejido urbano.

Con la creación del nuevo Distrito Urbano Portuario, Sevilla y el mundo podrán disfrutar de un nuevo frente portuario dotado de usos urbanos con zonas verdes, espacios de paseo, de recreo, de trabajo, de ocio, de comercio y restauración, y con conexión directa a la dársena y a la Sevilla metropolitana.

Para los trabajos de transformación de la zona portuaria, se ha designado una Oficina Técnica que diseñará un plan maestro. Este plan se basa en una relación que favorezca la convivencia puerto - ciudad y asegure la integración de la actividad portuaria en el entorno urbano, abriendo sus puertas a un entorno menos conocido y que aspira a convertirse en un nuevo distrito de la ciudad.

La Oficina Técnica

La Oficina Técnica, formada por EDDEA y CBRE como consultores principales, está diseñando el plan maestro que ordenará el Muelle de Tablada. Esta Oficina planteará un enfoque participativo que involucre a los distintos agentes que operan en la zona portuaria y a las entidades económicas y sociales comprometidas con el buen funcionamiento del puerto.

También definirá el modelo de gestión del espacio y, en su caso, de la colaboración público-privada para el desarrollo de éste. El diseño del nuevo Distrito Urbano Portuario pondrá en valor el patrimonio arquitectónico e industrial del Puerto de Sevilla, muy presente en el entorno de la Avenida de Las Razas con grúas, tinglados y naves utilizadas para la Exposición Iberoamericana de 1929.

También se integrará en los diseños de movilidad sostenible de la ciudad de Sevilla y en su trama verde metropolitana, fomentando una accesibilidad universal y respetuosa con el medio ambiente y el medio construido.

Para el desarrollo de los trabajos se estima un plazo de 3 años divididos en cuatro fases: la primera, para el análisis y estudio del marco de referencia; la segunda, para la elaboración del plan maestro; la tercera, para la redacción y tramitación de los documentos urbanísticos requeridos y, la cuarta, como fase de apoyo a la implementación de los trabajos.

Las naves y tinglados

Las naves comerciales del Puerto de Sevilla, ubicadas en la Avenida de Las Razas, son un ejemplo de arquitectura industrial construida dentro de la ciudad de Sevilla. Fueron concebidas como almacenes portuarios y las primeras datan de la gran Exposición Iberoamericana celebrada en 1929.

Su fachada de ladrillo visto, su ornamentación y, sobre todo, la cerámica con motivos frutales que preside los dinteles de las puertas de acceso a las naves y parte de la fachada, destacan en la estructura de los almacenes.

Junto a la Avenida de Guadalhorce, que discurre en el interior del Muelle de Tablada paralela a la de Las Razas, el Puerto de Sevilla cuenta con singulares tinglados de cubiertas onduladas que todavía se utilizan para almacenar mercancías. Naves y tinglados supusieron un hito en la modernización del Puerto de Sevilla y pronto formarán parte de la ciudad a través del nuevo Distrito Urbano Portuario

Orígenes de los almacenes comerciales del Puerto de Sevilla

Las primeras referencias a las naves de Las Razas datan de 1924, cuando el ingeniero director de la Junta de Obras, Delgado Brakenbury hace alusión a la necesidad de elaborar un proyecto para la construcción de almacenes de depósito en las calles adyacentes al Muelle de Tablada. 

El anteproyecto de distribución de la zona de servicio de la margen izquierda del canal de Alfonso XIII, redactado en diciembre de 1924 y aprobado por Real Orden en el 5 de enero de 1926, incluía la construcción de 5 almacenes de depósito, situados paralelamente a los tinglados del Muelle de Tablada, “escalonándose su erección con acomodamiento adaptado a las exigencias de explotación del Puerto” (Gaceta de Madrid nº 232, año 1927) Según la redacción de este, firmado por el ingeniero subdirector, José Luis de Casso, las dimensiones en planta de los almacenes habrían de ser de 140 metros de largo por 55 metros de ancho. Además, se contempló que las fachadas de estos almacenes comerciales que dan a la dársena tuvieran servicio de ferrocarril, por lo que estas fachadas debían estar un metro elevadas sobre el carril para facilitar la carga y descarga de la mercancía transportada en los vagones.

En cuanto a las fachadas opuestas de los almacenes, estas conectarían con la calle (hoy, Avenida de Las Razas) y estarían habilitadas con grandes puertas que permitieran la entrada de carros en las naves.

Exposición Iberoamericana

En 1927 el proyecto es entregado a los responsables de organizar la Exposición Iberoamericana del 29. Francisco José Sánchez Apellaniz, secretario del Comité de la Exposición, se interesa por los almacenes y promueve ante el ministro de Fomento, Rafael Benjumea y Burín, la necesidad de que estas naves -en concreto, los almacenes de depósito 4 y 5- se construyan para dar cobertura a la infraestructura de la Exposición.

El ministro toma cartas en el asunto y ese mismo año de 1927, por Real Orden de 6 de agosto, se aprueba la construcción con carácter de urgencia de los almacenes comerciales 4 y 5, tal y como preveía el proyecto original, aunque se añaden algunos accesorios ornamentales como los pivotes que coronan la fachada y los frisos de cerámica que adornan los dinteles de las puertas de acceso a la calle.

Las obras contaron con un presupuesto en torno a 1.200.000 pesetas. Como está recogido anteriormente, se construyeron “con toda urgencia” (según recoge el proyecto de construcción) los almacenes 4 y 5. El resto de los almacenes (1, 2, 3, 6 y 7) con sus respectivas naves se construyeron posteriormente de forma escalonada, a mediados del siglo XX, siguiendo el mismo estilo constructivo que los originales.

Construcción y entrega

Las obras, ejecutadas por la Junta de Obras, comienzan en octubre de 1927 y la recepción de estas tuvo lugar en diciembre de 1928. En esta fecha se hace entrega de los almacenes, con carácter provisional, al Comité de la Exposición Iberoamericana.

Las naves se utilizaron como galerías generales durante la Exposición del 1929. Una vez finalizada la Exposición, las naves volvieron al uso para el que fueron diseñados (como almacenes comerciales) y revirtieron de nuevo a la Junta de Obras.

Nuevos usos

En septiembre de 1930 la Comisaria Algodonera del Estado solicita al Puerto de Sevilla el alquiler provisional de algunas naves como almacén para la inminente campaña agrícola, por no haber tenido tiempo de construir sus propios almacenes. En 1935 aún continuaron utilizándolas de forma provisional.

En julio de 1936 se alquila la nave 5 al Banco Hispano Americano que, a su vez, subarrienda parte de las naves a la Sociedad Pesquerías y Secaderos de Bacalao de España en San Sebastián, porque existían allí cámaras frigoríficas con pozos para sus servicios. Posteriormente, se arrienda también la nave 4 como depósito para aceite. El 16 de octubre de 1936, por telefonema Oficial del Estado Mayor de la 2ª División la Autoridad Militar se solicitan las naves 3 y 4 del almacén comercial número 5.

En 1937 se solicita también la nave 2. Terminada la Guerra Civil, y ya bien entrado el año de 1942, los responsables  de la Junta de Obras consideran que ha pasado un plazo prudencial y envían un escrito a las autoridades militares sugiriendo que los almacenes sean reintegrados en el Puerto de Sevilla -completamente libres- o bien que continúen ocupados por los servicios militares de intendencia, mediante la formulación de un contrato de arrendamiento con la Junta de Obras.

El Teniente Coronel Jefe de la Región Aérea del Estrecho, Antonio Rueda, responde de inmediato que devuelve las naves. Efecto que tuvo lugar el 3 de noviembre de 1942, quince días después de recibir el escrito. Desde esa fecha, los almacenes revierten a su legítimo propietario, la Junta de Obras (hoy, la Autoridad Portuaria de Sevilla) donde aún se siguen utilizando como espacios de acopio de mercancías.

NUEVA YORK Y DELICIAS

Los muelles de Nueva York y Las Delicias ofrecen un complejo de ocio integrado en la ciudad. Junto a uno de los pulmones verdes de Sevilla, el Parque de María Luisa, estos espacios están rodeados de un gran patrimonio arquietectónico de diversas épocas como es la Torre del Oro y los pabellones de la Exposición Iberoamericana de 1929. Además, disponen de un cómodo acceso peatonal, restaurantes con una amplia oferta, un parking subterráneo y el Acuario de Sevilla.

SEVILLA, LA CIUDAD DE LA ALEGRÍA

Antiguo puerto de Indias, Sevilla llegó a ser una de las ciudades más importantes del mundo hace cinco siglos. Mucho antes, romanos y árabes dejaron su impronta en la ciudad. Hoy, la capital hispalense cuenta con un rico patrimonio monumental, en el que destaca el conjunto formado por la Catedral, el Alcázar y el Archivo de Indias, declarados Patrimonio Mundial. Un clima benigno y fiestas populares como la Semana Santa o la Feria que se celebran a escasos metros del Puerto y atraen a millones de visitantes cada año.

Autoridad Portuaria de Sevilla
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F +34 954 24 73 43
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